BLACKBURN, Ashleigh C.

Nombre: Ashleigh Cherokee Blackburn
Nickname: -
Poderes/Mutaciones:

• Piroquinesis: Consiste en la manipulación o creación de la nada del elemento fuego. Mediante este tipo de piroquinesis, el sujeto es capaz de crear armamento hecho de este elemento, como por ejemplo, flechas de fuego disparadas por un arco del mismo. También es capaz de apagar y manipular fuegos ajenos. El uso extremadamente prolongado, así como la intensidad, afectan al sujeto hasta el punto de poder quedar inconsciente temporalmente por agotamiento.  
  
  
• Fotoquinesis: Consiste en la manipulación de la luz, mediante la cual se pueden crear haces de luz, destellos (cuya máxima capacidad pueden cegar totalmente al oponente) o aumentar/rebajar la luminosidad del entorno.
  
  
• Adaptación al medio: Concreta y especialmente a los entornos áridos o extremadamente secos y calurosos. En este caso, el sujeto es capaz de permanecer y subsistir bajo unas circunstancias extremas de calor. Tal es el extremo que podría ser capaz de cruzar una casa en llamas sin resultar herido. Inmunidad total al fuego y aguante al calor.
  

Descripción Psicológica:

Cuando alguien dice que el diablo reside en los detalles, no se equivoca. Mucho menos será en la opinión de Ashleigh. Detallista hasta la médula, Ash se fija en todo, todo, lo que la rodea, porque sabe que lo más mínimo puede ser lo más importante. Algo tan simple como un jugueteo involuntario puede marcar la diferencia entre una verdad y una mentira, y dicha mentira puede cambiar (o no) la vida de alguien. ¿Un don? Bueno, hay gente que quizá pueda verlo así, pero para ella es algo natural, sin más, simplemente se fija. Pero hay más, y es que de esa misma fijación para saber que ocurre a su alrededor, nace esa necesidad de saberlo todo. Nadie le quitará la curiosidad en ningún momento de su vida, y quizá para algunos podría resultar incluso algo cotilla. Le gustan los chismorreos, no lo negará, y claro, para ella es un hobbie el hecho de mantenerse al corriente de todo. Otro rasgo a destacar de ella es su escepticismo, pues es más de las personas que "hasta que no ven, no creen". Se rige por los conocimientos y lo que se puede demostrar, por lo que acostumbra a mostrarse algo escéptica en creer en cosas que otros quieren que crea. Más cuando estas suenan a una locura total. ¿Y qué si esa persona es una gran amistad para ella? Escepticismo, pero termina creyendo.

- Quédate aquí y no me sigas. ¿Entendido?
- No te sigo. Entendido.
- Vas a seguirme igualmente, ¿verdad?
- Lo haré, sí.

Otra de sus ¿cualidades? es su cabezonería. Cabezota, terca, valiente y obstinada como ella sola. No importa lo que le digas si ella tiene otra intención. ¿Te escuchará? Por supuesto que lo hará, y te dará la razón, más cuando sabe que no podrá hacerte cambiar de opinión, pero, ¿y luego? Luego hará lo que quiera. Ella se plantea sus metas y ella crea su camino sin importar lo que deba hacer a su vez. Mente despejada, ideas (mayoritariamente) claras.

Por otro lado, ¿qué decir de lo social, la amistad? Para ella, la amistad es lo más importante, llegando a interponerla inclusive ante el amor. La amistad es un vínculo sagrado; una religión. La amistad es algo que venera y, particularmente aprecia. Es bastante incapaz de mentir a un mejor/a amigo/a, y acostumbra a contar con ellos siempre. Sabe escuchar y sabe cuándo debe o no debe ser una tumba. Sabe de mentiras piadosas, sutiles, y sabe de verdad absoluta. Todos aquellos que tienen a Ash en el círculo más cercano son totalmente conscientes de que pueden confiar totalmente en ella, sin importar el qué. Ella estará siempre ahí, contra viento y marea. Demasiado buenaza, quizá, pero así es ella. En su presencia (y por lo normal, siempre), Ash es una persona amable, sonriente, agradable, extrovertida y bastante dulce. Sabe cuándo hablar y cuando no, pero también sabe cuándo aligerar tensiones y pasar un buen rato entre risas. ¿Cuál es la diferencia para con los extraños? Quizá de buenas a primeras no se muestre tan extrovertida como con sus amistades. Lo más probable es que tienda un tanto a la timidez, a explorar terreno antes de invadir, pero las palabras suelen fluir sin demasiada dificultad. Al fin y al cabo, ella es de esas personas que siempre dan una oportunidad. Incluso dos.


Descripción Física:

Frágil y poca cosa, esto es lo que uno ve cuando la ve a ella. ¿Pero realmente lo es? Físicamente sí, pues no es nada del otro mundo: metro sesenta y tanto, un peso totalmente acorde a su estatura (rozando más el mínimo que el máximo) y, con esto, mujer de curvas, pero nada exagerado o que se pueda denominar "de otro mundo". Ashleigh no es ninguna diosa, y nada en su aspecto físico contradice ese aspecto. ¿Lo que más destaca en ella, así, de buenas a primeras? Su larga melena rojiza. Sí, pelirroja. Tiene una melena que cae más allá de los hombros, ligeramente ondulada, generalmente lisa, que sin embargo, acostumbra a estar recogida con algún complemento. A causa de esa característica (y ser "pelirroja"), lo que prosigue es lo típico en este tipo de genética: tez pálida, difícil de broncear; pestañas rubias, finas y cortas; alguna que otra peca mal colocada en alguna zona de sus mejillas y, claro, unos ojos verdes oscuros que rozan límites con los pardos. El tamaño de su boca es normal: ni muy pequeña ni muy grande, y sus labios carnosos y ligeramente gruesos. Sus dientes, dos filas horizontales perfectas que deja a relucir cuando muestra su más sincera de las sonrisas.

Historia:

Ashleigh nació un veintitrés de diciembre en alguna población cercana a Londres, Inglaterra. Poco se sabe de sus inicios salvo que sus padres biológicos la llevaron derechita a un orfanato cuando tenía apenas unos meses, por motivos totalmente desconocidos. De sus padres biológicos poco sabe ella, y no más saben los internos de aquel orfanato londinense, y es que no dejaron nombres, direcciones o cualquier otro dato facilitado para poder saber de la pequeña. Sin embargo, Ashleigh recuerda que una de las internas del orfanato, Jaqueline, le contó a su madre adoptiva una vez -y por lo tanto, ésta se lo contó a la Ash adolescente- que su madre no tenía más de veinte años cuando la llevó a aquel orfanato. Jaqueline la recordaba como una joven pelirroja hermosísima, pero a su vez pálida y algo enfermiza. A pesar de ello, Ashleigh nunca quiso llegar a saber nada de sus padres biológicos, pues cuando tuvo sentido de la razón y su madre adoptiva le contó aquello, creyó que motivos tendría para abandonarla a su suerte en el orfanato, y más siendo tan joven.

Retrocediendo de nuevo, el matrimonio Blackburn-White, una pareja de éxito social -él, un gran y famoso abogado americano; ella, la ginecóloga más cotizada en Gran Bretaña y, posteriormente, en EEUU, que era incapaz de tener hijos-, llegaron a aquel orfanato durante los escasos años que estuvieron viviendo en la capital británica en busca de una niña para adoptar y, así, aumentar la familia, pues ya habían adoptado a dos varones anteriormente. Cuando la señora Blackburn vio a la pequeña Ashleigh de apenas cinco meses, se enamoró perdidamente de ella y en poco menos de cuatro meses, los papeles de la adopción quedaron apañados.

La familia Blackburn-White estuvo aposentada en Londres durante dos años más tras la adopción de la pequeña pelirroja, posteriormente se mudaron a EEUU, dónde vivieron otros siete años. Ashleigh, por lo tanto, creció y aprendió a andar, leer y todo lo demás en territorio americano bajo el seno de una familia terriblemente adinerada y de éxito. Tenía los mejores cuidados y asistió a una de las mejores guarderías, así como empezó sus primeros años de la primaria también en una de las mejores escuelas de Washington. El tiempo pasó, Ashleigh creció, y descubrió que las artes debían de ser su vocación. Así pues, y cuando la familia entera se mudó de nuevo en territorio europeo -Alemania, para ser exactos-, Ashleigh inició sus estudios de arte paralelamente a sus estudios de secundaria. Fue durante aquella época en la que Ashleigh notó algo diferente en ella, y no fue hasta que provocó un pequeño incendio por culpa de una rabieta por una pelea con uno de sus hermanos, que no descubrió la capacidad de manipulación del fuego que tenía. Nadie supo nunca cómo se había iniciado el fuego, de hecho, las hipótesis sacaban como conclusión cosas tan simples como la vela al lado de esa condenada cortina. La joven decidió llevarse aquello a la tumba y, con el tiempo, ella misma fue dándose cuenta de la magnitud de lo extraño.

Cuando terminó la secundaria, la familia hizo su último movimiento de mudarse, esta vez de nuevo a Gran Bretaña, donde están aposentados hasta el día de hoy. Allí, Ashleigh empezó a asistir a clases de bellas artes en una de las universidades de más reputación, iniciando también su vida independiente alquilando un piso e intentando evitar hacer uso del dinero de su familia, pues muy a pesar de haber crecido bajo la protección y los mimos de sus padres, nunca en su vida Ash se había llegado a comportar como una niñita mimada de papá. De esta forma, actualmente está trabajando a tiempo parcial en una de las cafeterías del centro de la ciudad londinense, a unas cuantas manzanas del piso donde actualmente vive.