GARDNER, Trevor

Nombre: Trevor Gadner
Nickname: Púas, Espina, Spike.
Poderes/Mutaciones:

• Segregación de veneno: El joven puede incubar venenos en su cuerpo que finalmente puede segregar. Venenos con propiedades muy diversas, desde alucinógenas a letales.
  
• Armadura Natural: Cuerpo revestido de espinas retráctiles que aparecen a su antojo.
  
• Espinas eyectables: Las espinas pueden ser lanzadas conteniendo pequeñas dosis de veneno.
  
• Resistencia a venenos: Dado que su cuerpo genera diversos tipos de venenos, su persona se ha hecho inmune al uso de estos.
  

Descripción Psicológica:

Divertido, desenfadado y jovial, Trevor siempre ha sido el bromista y desinhibido joven que pulula por los pasillos del instituto. Sin pena ni gloria, el muchacho es el tipo de persona que en los primeros minutos te permite saber si te caerá bien o no. De lengua suelta, no puede evitar ser vacilón y bromista hasta el extremo, incluso en momentos en los que no resulta siquiera aconsejable.

Inteligente no es. El muchacho se autoafirma que, en cuanto a mente, es más bien normalillo. No tiene los más preciados conocimientos, pero es un muchacho cabezón que se esmera muchísimo en dar todo de sí. Rebelde, un cartel de prohibición o la negación absoluta supondrán para él una tentación que no tardará ni tres segundos en aceptar.

El amor no es para él. No ahora, no en estos instantes. Aún así, sin duda que se siente atraído por el género femenino y no puede evitar ponerse tonto y babear detrás de ciertas mujeres.

Sus amigos son su familia. Desde el incidente mutante que lo llevó a pasar varios años siendo excluído, tiene por pilar básico toda aquella amistad que ha permanecido. Ha aprendido no sólo a cuidar de sus amistades, sino también a encontrar buenos y nuevos amigos.

El odio y el rencor le son naturales. No puede evitar sentirse vengativo contra aquellos que lo dañan con motivo expreso. Un odio que a veces lo ha llevado a descontrolarse un poco, hasta el límite de rebajarse y dañar al adversario.

Descripción Física:
Trevor es un joven de complexión atlética y curtido por los años en el equipo de baloncesto en el equipo de su colegio y ahora en la universidad. De cabellos cortos y rubios, el muchacho tiene una tez pálida que contrasta con unos fuertes ojos esmeralda. Su rostro de tez marcada guarda también unas cejas no muy pobladas y rectas. De nariz algo ganchuda, sus labios son algo más gruesos de lo normal, pero no demasiado.

El aspecto de Trevor, en cambio, cambia cuando se encuentra "amenazado". Es entonces cuando deja salir su verdadera naturaleza de pigmentación en tonos verdes (depende del veneno que esté formulando interiormente). Su cuerpo queda revestido por cientos de espinas que le confieren una armadura natural y amenazadora.

Historia:
La vida de Trevor estaba avocada al éxito. Tenía salud, una familia que lo quería y el don del carisma. Sin duda su paso por la secundaria comenzó perfectamente, siendo uno de los jugadores más importantes del equipo de baloncesto y con una novia muy sexy. Lo tenía todo y cuando rozaba con sus dedos la popularidad, fue en aquel horrible momento cuando la mutación hizo efecto.

Como si de karma se tratara, con el aspecto verde y puntiagudo de Trevor todos sus sueños se esfumaron. La gente se reía de él, se asustaban, lo tomaban de rarito, sus padres se avergonzaban de él, su novia -evidentemente- lo había dejado y para joder más el asunto, no podía tocar ni una sola pelota de baloncesto a sabiendas de que las podía romper. Solo y sin amistades es cuando decidió huir de todo aquello, incluso de su familia y fue acogido por una familia mutante que le proliferó cariño y, sobre todo, control sobre sus poderes.

Lejos de su casa, ya en la capital londinense y controlando al completo sus poderes, el muchacho pudo vivir lo poco que le quedaba de adolescencia sin pena ni gloria, de nuevo retomando su labor en el equipo de baloncesto local mientras crecía en un ambiente mutante.

Pronto le llovieron grandes ofertas universitarias subvencionadas por su gran maestría con el baloncesto. Decidió iniciar Derecho mientras dedicaba gran parte de su tiempo entrenando sus poderes y haciéndose un nombre en el equipo de baloncesto de su nueva universidad. Una universidad llena de niños pijos que, sinceramente, no pegaban mucho con su personalidad.